¿El perro está ladrando a mi conciencia,
a mi dios en conciencia,
como a una Luna de inminencia hermosa?
Juan Ramón, Animal de fondo
El ruido es sordo.
Se tolera a sí mismo como ese perro histérico
que ladra contra el mundo y sus sombras,
contra la oscura, enorme noche entera.
—El angélico Adán era silente—.
El ruido es este perro que disputa
imaginarios territorios a invasores supuestos;
que nos ensordece con su rabia impotente,
su miedo niño, su prisión precaria.
Todo es ruido.
La cantina, las copas, los malos cantadores,
la radio loca, los automóviles del centro.
El ruido es un gran perro como el del vecino,
un Kipnis, un Talvela,
un gran bajo profundo de omitidos armónicos.
Cosa perro es el ruido.
Nadie ha de matarlo.
Sólo queda un recurso: hacer más ruido,
mejor ruido.
‘Greed’. Óleo sobre tela, Carlos Alamaraz, 1989
