La penumbra es una piel de cerdo. Francisco Hernández

Tomado de Una forma escondida tras la puerta, Ediciones Monte Carmelo, 2012

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Escriba

La penumbra es
una piel de cerdo.
Hijo de tus manos,
el quinqué trastabilla
de un lado a otro
de las habitaciones
con el fin de acercarme
al apetito de aves
carniceras. El mal del sueño
termina a picotazos.
Al despertar me encuentro
sobre un colchón de lodo,
con moretones en el
cuerpo, hechos por pezuñas.
La claridad es
una piel de cerdo.

Fotografía: ‘Cerdo’, Juan Domi, 2012