Abrazo, viaje y mezcal

Le regalo mezcal a los amigos que emprenden viajes. Va un marracito de mi reserva más preciada. Para el loco viajero eterno, niño eterno. Es de la reserva de Luis Méndez. El mejor tobalá del mundo, según sus propias palabras. Los dos estabamos ebrios cuando se pronunciaron esas palabras. Ahora son leyenda pues mi amigo está muerto. Hubiera sido imprudente cuestionarlas. Ya son eternas… /

Iván se adelanta en la bírula. La carretera y los monstruos y su traqueteo a unos metros. Yo voy crudo pero mi cuerpo es poderoso. Mi amigo lo es todavía más. Pinche loco le pasa un autobús a unos metros. No lleva el casco el necio y no tiene miedo. Yo casi siempre tengo miedo… El Molino de las Flores nos espera-los baños de Neza’. Somos como niños y siempre hablamos de mujeres y de cuerpos… Sin él esta experiencia no existiría… De regreso a Iztapalapa y podríamos estar muertos… Y él sabe que lo pondero, aunque no se lo diga… /

Decía Eusebio que cuando dos hombres se abrazan, los putos tiemblan… De Luis no recuerdo el último abrazo… Éramos tan felices, fulminados por el mezcal… Él me evocaba pero yo estaba ensombrecido… Le pondré el nombre de Luis Méndez a un encino… Y le diré que es mi amigo, el de Sola de Vega… Y le contaré que una mujer hermosa hoy cumple años… Y él brindará conmigo con el mejor tobalá del mundo… /

Pinche perro desgraciado, ve con cuidado… Tu mezcal con peyote es mi madre, y me permitirá dormir… Se supone que iba a dejar de beber pero hoy te vas… Aprendí del error y no me guardo el abrazo… Ve, desgraciado sin miedo… Y gracias por todo… !

Fotografía: ‘Juan Domi’, Miguel Juárez Figueroa, 2013

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