El olor del incienso, las flores y el copal.
El bullicio de la gente comprando en el mercado.
El sabor del dulce de calabaza.
La figura solemne de mi madre acomodando la fotografía de mis abuelos en la ofrenda; justo en medio de las velas que iluminaban la paupérrima sala en obra negra.
Mi padre trabajando la víspera: jornadas enteras en busca de recuperar los pesos que hacían falta, con sus manos gruesas y blancas por la masa y por la harina, sin decir una palabra, concentrado en nuestros sueños y en su trago.
Trabajando y bebiendo hasta llegar a casa hecho una cuba, trastabillando y exigiendo su cena y sus tortillas calientes que disfrutaba con la avidez culinaria que sólo el buen bebedor conoce.
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Mi padre, el panadero, con quien hoy me echo unos tragos y recuerdo…
‘Skulls & flowers’ , Autor: Pete Flowers, 1952
