Los horas se pasan congruentes
entre luces y razones;
y tan sólo descubren
como las sombras se comen a otras sombras.
Se van los recuerdos
a la mitad de la mitad de nuestra vida
y los caminos al pasado
se bifurcan infinitos hacia lo podrido.
Cada despertar borra el camino único
con un chasquido de dedos:
un momento inefable sólo cuestionado
por el sueño de los días consumados.
Apenas se percibe una esperanza:
es la metáfora de tu música
contenida en la batalla de un abrazo.
‘Rachmaninov’, Autor: Konstantín Sómov, 1930
