Los Cuervos (Die Raben). Georg Trakl

Al oscuro rincón se lanzan los cuervos
con áspero graznido al mediodía.
Sus sombras pasan rozando a la cierva,
y a veces se los ve en torva holganza.

Cómo trastornan la pardusca calma
en la que está arrobado el sembradío
como mujer que un mal presagio agobia.
Y a veces pueden oírse sus gruñidos

en torno a una carroña que han husmeado;
pero de pronto enfilan hacia el norte,
y se van perdiendo por los aires
cual fúnebre cortejo que estremece el goce.


Über den schwarzen Winkel hasten
Am Mittag die Raben mit hartem Schrei.
Ihr Schatten streift an der Hirschkuh vorbei
Und manchmal sieht man sie mürrisch rasten.

O wie sie die braune Stille stören,
In der ein Acker sich verzückt,
Wie ein Weib, das schwere Ahnung berückt,
Und manchmal kann man sie keifen hören

Um ein Aas, das sie irgendwo wittern,
Und plötzlich richten nach Nord sie den Flug
Und schwinden wie ein Leichenzug
In Lüften, die von Wollust zittern

‘Trigal con cuervos’. Óleo sobre lienzo, Vincent van Gogh, 1890

Un comentario sobre “Los Cuervos (Die Raben). Georg Trakl

  1. La Cierva

    Blanquecina como el lucero a la hora en que se
    eleva el sol, avanzaba orgullosa, enjaezada con la
    silla de oro.

    Alguien dijo, envidiándome, al verle marchar tras
    de mi al combate:

    «¿Quién ha embridado a la aurora con la Pléyade
    y ha ensillado al relámpago con la media luna?»

    Del poeta al-andalus, Abu Salt Umayya.

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