Si tan sólo concedieras
abrir un poco tu corazón a mi persona,
[los
relámpagos de la tempestad
del mundo
acariciarían la tierra sin
procurarme miedo.]
Si tan sólo compartieras
un preludio de tu alma inmensa,
acabarían por fin las noches malditas:
dominaría no ya la ilusión pretensa
del sueño agreste,
sino la
inmaculada luz de tu blancura rutilante.
‘Romeo & Juliet’, Autor: Maleonn, 2013
